domingo, 1 de mayo de 2011

Un amor universitario. Parte VII

Ella se dio cuenta de que algo muy raro le pasaba a Marcos, no sabía lo que era, entonces le preguntó a él directamente que qué le pasaba, él le dijo que de muy pequeño le pasó lo mismo pero en un ascensor muy pequeño y que desde entonces le tiene pánico a los ascensores, ella le dijo que esas cosas se las tenía que haber contado, el asintió cuando entonces, un tremendo estruendo sacudió de golpe el ascensor en el que se encontraban, dejando a los jóvenes sin ningún punto de equilibrio suficiente como para mantenerse en pie.  Por suerte el ascensor descendió hasta el piso -1, haciendo que sufrieran más que un simple susto y depositando en sus caras una expresión de angustia. Paula sacó fuerzas de flaqueza y consiguió levantarse. Una vez en pie, ayudó a Marcos para intentar que recobrase su equilibrio, pero no pudo, ya que   él parecía algo cansado. Paula le giró la cabeza para ver como tenía el rostro y apreció que Marcos se encontraba desmayado por la catástrofe sufrida. Ella intentó comunicar a sus padres que se encontraba bien, pero que él se mostraba algo pálido y había perdido fuerza tras lo anteriormente sucedido. El suegro de Marcos comunicó a su hija que estaban llamando al técnico y a una ambulancia para su novio. De repente, una voz muy aguda y con tono angustiado preguntó si todo estaba bien, y Paula, su hija, respondió que sí. 
Estuvieron 60 minutos encerrados aproximadamente, en los cuales Paula decidió que descansaría para reponer las fuerzas restantes. Pasado ese tiempo, una fuerte sirena despertó le despertó. De entre la nada surgió una voz de hombre demandando si se hallaban en buen estado, a lo que ella contestó recién despertada que se encontraban sanos y salvos. El técnico consiguió abrir el ascensor en el que habían pasado ese mal rato. Sacaron primero a Marcos que aún se hallaba inconsciente y poco después a ella, que solo quería ver a sus padres y ver como su novio se recuperaba. Subió velozmente las escaleras y se dirigió a casa de sus padres. Tocó el timbre tantas veces como pudo hasta que le abrieron y se lanzó a abrazar y besar a su madre, que fue la que le abrió la puerta. Tras ella, se dirigió hacia su padre y repitió la misma acción. Ellos le dijeron a Paula que se calmara, que ya había pasado todo, que seguro que Marcos se recuperaba sin ningún problema y que mañana sería un capítulo nuevo en sus vidas. Más tarde Paula asintió. Tras unos minutos de descanso y de recuperación, todos bajaron para ver como estaba Marcos, pero no estaba allí. Buscaron por todos los rincones del edificio, preguntaron a todos los allí presentes, pero nada, ni rastro. Salieron al portal y divisaron un objeto rectangular que brillaba, Paula se acercó a paso ligero y tras ella iban sus padres. Al llegar a aquel lugar en el que se encontraba aquello, ella se quedó mirándolo sorprendida, cuando los padres alcanzaron a Paula, vieron que su cara expresaba un rostro sorprendente. La señorita se hallaba con los ojos abiertos como platos, boquiabierta y con los pelos de punta. Sus padres asombrados tanto como ella preguntaron qué le pasaba, y ella pasados unos segundos respondió con la boca seca que ese era el móvil de Marcos. Lo cogió, comprobó que era el teléfono de su novio y corrió dentro del edificio. 
El técnico al ver entrar a Paula furiosa y echando humo le preguntó el porqué de su mal estar, ella frenó en seco, se acercó al hombre y le contó lo sucedido. Él no supo que decir, también se quedó sin palabras, pero hubo algo que recordó, entonces cogió aliento y le dijo que mientras buscaba el problema del ascensor logró oír que alguien de la ambulancia gritaba, y que en cuanto salió para comprobar lo que sucedía la ambulancia salió a toda prisa de aquel lugar. Paula le dio las gracias al técnico por lo que le hubo contado y se dirigió a su coche mientras que sacaba del bolsillo de su bolso la llave de éste. Los padres atónitos le preguntaron a su hija que a donde iba, y ella les respondió que se iba a dirigir a la policía para relatar lo sucedido. Cuando consiguió arrancar se despidió de sus padres y salió de aquel lugar tan rápido como pudo. Puso rumbo a comisaría, se mostraba nerviosa y sin pasar el límite de 60 por carretera, esquivaba a los coches y los dejaba atrás sin pestañear. Camino de su destino, no muy lejos de casa de sus padres, le pareció ver al final de una calle sin salida una ambulancia y decidió adentrarse en aquel lugar, pero antes debía realizar un cambio de sentido y para ello, esperó hasta que pudo hacerlo. Cuando lo realizó, fue en busca de la calle en la cual le había parecido ver aquella ambulancia y dejó atrás la comisaría para poner un nuevo destino: la calle de la ambulancia.
Al llegar al misterioso lugar, Paula aparcó el coche como pudo y se bajó de éste sin pensar en otra cosa más que en Marcos. Por dicho callejón no se oía nada, los edificios de aquel lugar se encontraban en ruinas y casi todos deshabitados, solo había uno en el cual una familia habitaba. Mientras atravesaba la calle se dignaba a mirar a su alrededor, no muy segura de lo que le podía venir. Paula alzaba la vista sobre el edificio habitado, se fijó especialmente en una ventana semiabierta, con cristales translúcidos, a través de los cuales le pareció ver una persona de piel morena y pelo corto. Apartó la vista, aceleró su paso y sin dejar de mirar atrás agarró su móvil y le envió un mensaje a sus padres diciéndoles en el lugar que estaba, una vez hecho lo puso en silencio. Consiguió llegar a su destino, la ambulancia. Mientras que inspeccionaba el exterior de ésta se dio cuenta de que olía a quemado, así que se dirigió a la parte delantera y pudo apreciar que el capó de la ambulancia se encontraba roto y una pequeña llama surgía del interior. Asustada por lo que pudiera pasar pensó que lo mejor era huir de aquel lugar, pero se acordó de Marcos y cambió de opinión. Abrió la puerta del conductor y se metió dentro en busca de alguna pista o algo que le sirviera para llevar a comisaría. Estuvo buscando algo durante un tiempo, pero no logró encontrar nada. Salió de la ambulancia y cerró la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido, se dio por vencida y pensó que lo mejor sería dejarlo, pero entonces, un golpe que pareció venir del interior de la ambulancia le hizo abrir la puerta trasera de la ambulancia, cuando entonces...
Continuará...


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viernes, 22 de octubre de 2010

Un amor universitario. Parte VI

Fueron hacia el coche, y una vez dentro Marcos lo arrancó, pero había algo que se lo impedía, lo cual era clavo situado bajo la rueda delantera izquierda, el lo intento quitar dando marcha atrás con el coche, pero cuando se dio cuenta, el clavo le había rajado parte de la rueda. Para no enfadarse decidió darse una vuelta por los alrededores del restaurante, mientras tanto, Paula se metió dentro de este y pidió algo para tomar, Marcos paseaba por detrás del restaurante, se encontró con un gran recinto vallado, se acercó y vio que habían cantidad de animales, se entretuvo viendo gallinas, perros, jabalíes y algunos que otros tipos más de animales. Cayó la tarde, y cansado ya de merodear por sitios un tanto desconocidos, pensó que lo mejor era volver al coche, se dirigió hasta el, pero antes aviso a Paula para que le ayudara a desmontar la rueda pinchada y a montar la que tenían de repuesto. Después de un cuarto de hora intercambiando una rueda por otra al fin, la consiguen cambiar, entraron juntos a lavarse las manos, salieron y Marcos subió al coche y lo arranco, tuvo suerte ya que funciono, entonces monto Paula y se fueron de aquel lugar. Cuando llegaron a su casa ya había oscurecido, subieron a su piso y no cenaron, debido a que estaban muy agotados, sobre todo Marcos. 
Pasaron horas y horas hasta que amaneció, no madrugaron mucho ya que era domingo, Paula se levantó, corrió las cortinas e hizo que entrara un tremendo y esplendoroso rayo de luz que iluminó toda la habitación y parte del pasillo. Marcos ya descansado del ajetreado día pasado se estiró dentro de la cama y cuando lo hubo hecho se levantó de ella y una vez en pie le dio los buenos días a Paula y ella, como no se los devolvió. Desayunaron e hicieron lo normal, lo que hacen todos los días en general, cuando terminaron Paula le preguntó a Marcos que qué podían hacer en ese día de fin de semana, él le contestó que preferiría quedarse en casa y descansar, porque al día siguiente tenían que ir otra semana más a la universidad, entonces en ese momento en el que estaban los dos sentados uno frente al otro en un sofá, justo en ese preciso instante Marcos vio como una de las luces de la cocina parpadeaba por la razón de que se estaba agotando, pero cuando él se vino a dar cuenta de eso Paula manifestó que tenía una idea, de pronto él se incorporó preguntándole qué cuál era su idea, ella le respondió que si le parecía bien que la tarde la pasaran viendo sus álbumes de cuando eran pequeños, él obviamente le contestó que sí, que le parecía una muy buena idea para pasar el rato. De repente suena el teléfono, Paula alargó su brazo y alcanzó el teléfono, lo descolgó y preguntó quién era, Marcos le preguntó susurrándole que quién era, ella le respondió que sus padres, después de que los padres de ella le preguntaran como le iba todo y qué tal estaba, le interrogaron que si les apetecía ir a comer a casa de ellos, ella alegre le contó el plan a Marcos y él pensó que era la mejor ocasión que tenía para conocer a sus suegros, entonces como era de prever asintió con la cabeza y Paula seguidamente le transmitió a sus padres que sí, que iban a ir, sus padres se alegraron mucho y le dijeron que estuvieran allí sobre las 14:00 más o menos, ella híper contenta se despidió de sus padres hasta que llegara la hora en la que se verían después de mucho tiempo.
 Pasaron las horas y como cada vez quedaba menos para que se marcharan, decidieron que iban a empezar a vestirse ya para poder llegar sobre la hora prevista. Una vez que estuvieron listos cerraron con llave la puerta de la casa, bajaron por el ascensor hasta el garaje y cogieron el coche. Esta vez conducía Paula, porque ella sabe donde viven sus padres y Marcos no, por el camino estuvieron escuchando música de los 40 Principales, algunas de esas canciones eran "Teenage Dream-Katy Perry " o "Alejandro-Lady Gaga" o muchas otras de otros muchos artistas. Llegaron a su destino, buscaron sitio para aparcar el coche y cuando lo hicieron, bajaron de el, se acercaron al portal y tocaron el timbre de los padres de ella, se escuchó preguntar quién era, la persona que habló tenía una voz ronca y grave, como era de suponer era la voz de su padre, le contestó Marcos diciéndole que eran su hija y su nuero, la voz ronca y grave rió, a la misma vez que les abría la puerta. El nuero de los padres de Paula, o sea, su novio estaba muy nervioso ya que iba a ser la primera vez que conociera a sus suegros en persona, como Marcos no se tenía en pie por la razón de que estaba muy nervioso llegó la novia de él a la conclusión de que era mejor subir por el ascensor. Se metieron dentro de éste y pulsaron el botón que tenía al lado el número 6. Marcos ya estaba más relajado, pero de repente un temblor del ascensor hizo que esta vez, fueran los dos quienes se pusieran de los nervios. Tocaron la campana de auxilio, y salieron a ayudarles los padres de ella, intentaron todo, pero solo malgastaron sus fuerzas, viendo lo imposible que era sacar a aquellos dos jóvenes enamorados de aquel lugar en el que se habían quedado encerrados por momentos, los nueros de Marcos decidieron llamar a un técnico de los ascensores, pero para ello Paula les tuvo que indicar el número de la compañía para que ellos pudieran llamar. Ella se dio cuenta de que algo muy raro le pasaba a Marcos, no sabía lo que era, entonces le preguntó a él directamente que qué le pasaba, él le dijo que de muy pequeño le pasó lo mismo pero en un ascensor muy pequeño y que desde entonces le tiene pánico a los ascensores, ella le dijo que esas cosas se las tenía que haber contado, el asintió cuando entonces...
Continuará...

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lunes, 16 de agosto de 2010

Un amor universitario. Parte V

Marcos abrió la puerta sin hacer ruido, subió las escaleras de la misma forma y entró en el cuarto en el que Paula residía, se dirigió al balcón, a continuación se puso de rodillas detrás de ella mientras sujetaba con las manos el ramo de rosas rojas que le había comprado, cuando de pronto, Paula se giró y pegó un gran grito. Estaba a punto de matarlo, ya que a ella no le gustaba mucho que le dieran esos sustos, pero por otra parte iba a matarlo a besos y caricias, debido a que se acordó de que ese día era su cumple. Marcos, ya de pie, le entregó el ramo de rosas rojas a Paula, que aún seguía perpleja. Al fin bajó de aquella nube en la que se encontraba muy feliz, le contestó dándole las gracias  y impulsó hacia los brazos de su chico a la misma vez que le besaba apasionadamente.  
Poco después, ya un poco más calmados, se bajaron a la cocina y se dispusieron a desayunar, pero como hoy era el cumple de Paula, el desayuno lo haría Marcos. Él esperaba que fuera del agrado de ella, el desayuno era el siguiente, unos churros con chocolate y un vaso de leche templada. Ella lo miró, y se dispuso a darle su opinión sobre aquel desayuno hecho por él. Tardó un poco en decirle lo que pensaba, pero cuando se lo dijo, lo hizo, y como no, a Marcos le gustó que a su chica le encantara lo que le había preparado para ese día tan especial para ella. Terminaron de desayunar, y Paula quería ir a darse un bañito, pero Marcos no la dejó, le dijo que se vistiera y que  le hiciera caso, más bien que confiara en él. Una vez vestidos, se dirigieron al coche, se montaron y cuando lo hubieron hecho él le puso una venda en los ojos a ella, Paula asustada le dijo que qué estaba haciendo, Marcos le respondió que le iba a dar una sorpresa, que confiara en él, y ella lo hizo, o al menos, lo intentó.  Él arrancó el coche y se dispuso a ir a un sitio, en el que creía que ella se iba a sentir muy relajada durante un rato. Llegaron a su destino, aquel lugar era muy lujoso, tenía un descampado a uno de los lados, y por el otro lateral, bueno cerca de él, pasaba un río. Marcos buscó sitio para aparcar el coche, y cuando lo encontró, aparcó y se bajó del coche para ayudar a Paula a bajarse de el también. La condujo hasta la entrada de aquel hermoso establecimiento, y una vez dentro se dispuso a quitarle la venda que él mismo le había puesto para darle una pequeña sorpresa por el día de su cumpleaños. Le quitó la venda y se la guardó en uno de los bolsillos traseros de su pantalón, mientras tanto, Paula intentaba adaptar sus ojos a la luz para poder ver de que se trataba aquella sorpresilla que le había preparado su novio. Al fin consiguió adaptarse al tono de luz que se filtraba por una gran puerta de cristal que había a poco más de 6 metros de ella, se fijó muy bien, y después de mucho pensar e intentar descubrir que era aquello, se dio cuenta de que le había llevado a un balneario, los cuales le gustaban mucho a ella, ya que cada vez que se permitía darse ese lujo lo hacía. 
Marcos la cogió de la mano y se acercó hasta el mostrador, pagó y entraron. Se dirigieron a los vestuarios, eso sí, cada uno al suyo, se cambiaron y salieron al balneario. Fueron probando cada distinta zona de aquel balneario, después de un buen rato de hidromasajes y más cosas, decidieron salir del agua y sentarse en unas tumbonas que habían por allí. El camarero le dijo que si querían algo, y ellos le dijeron que sí, y ambos se pidieron una horchata. Estuvieron hablando hasta que decidieron darse otro bañito, y así hicieron, se metieron de nuevo al agua. Pasaron unas cuantas horas, las suficientes como para que se hiciera la hora de comer, así que pensaron que se debían de ir a comer, y sin pensarlo ni un instante más, salieron del agua, se metieron a sus correspondientes vestuarios y se cambiaron. Cuando salieron iban muy felices, ya que el balneario les había sentado de maravilla. Cogieron el coche, se subieron en el y se fueron a comer. 
Por el camino Marcos encontró un restaurante en el que cuando él era pequeño solía comer con su familia, y le gustaba mucho, así que decidió parar ahí para comer. Bajaron del automóvil y se dirigieron a entrar al aquel local, abrieron la puerta y notaron un olor a tranquilidad, en el que solo se oía el piar de los pájaros que sobrevolaban por encima del tejado de aquel asombroso lugar. Se sentaron en una mesa, alejados del resto de personas que también residían en dicho lugar. Pidieron lo que se suponía que iba a ser su comida, mientras que se la servían, mantuvieron una conversación bastante interesante, o al menos, lo suficientemente interesante para ellos dos. Les sirvieron, y debido a eso dejaron su conversación para después y se dispusieron a comer. Cuando hubieron terminado, comentaron lo bien que había estado la comida. Pensaban continuar con la conversación que habían dejado aparte antes, pero de nuevo les interrumpió el camarero preguntándoles si querían algo más, a lo que ellos respondieron un "No, gracias.", pero de nuevo intervino el camarero, que esta vez preguntó si querían tomar algo de postre, Marcos y Paula se miraron mutuamente como diciendo ¿Por qué no?, y ambos le pidieron un trocito de tarta de queso. Continuaron hablando, o eso intentaron. Al rato vino el camarero y les sirivó los trozos de tarta de queso, ambos se lo agradecieron. Esta vez no dejaron la conversación en segundo plano, sino que mientras que comía uno, hablaba el otro. Al fin terminaron de comer, y Marcos pidió la cuenta, poco después el camarero se acercó y se la dio amablemente, Paula sacó el monedero e insistió en pagar ella, pero Marcos no le dejó ya que era su cumple y debía pagar él, ella lo miró con cara de felicidad, y cuando se levantaron para irse le dio un beso. Fueron hacia el coche, y una vez dentro Marcos lo arrancó, pero había algo que se lo impedía, lo cual era...
Continuará...


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jueves, 22 de julio de 2010

Un amor universitario. Parte IV

Se acercó a los chicos y los separó, cuando de repente, uno de ellos sin quererlo ni beberlo se desmayó debido al último golpe recibido en aquella pelea. El otro chico se fue corriendo hacia su coche, intentando huir de aquel hecho. Marcos viendo que el chico había huido no pudo dejar tirado en la carretera a aquel hombre, entonces lo cogió y se lo llevó a su coche. Paula contemplaba aquella escena desde el asiento del copiloto, a través del espejo. Preocupada bajó a ayudar a Marcos a subir el cuerpo de aquel hombre al coche. Una vez subido al coche, Paula y Marcos se montaron también y decidieron ir al hospital más cercano.
Por el camino, el hombre se despertó y asustado empezó a preguntar el porqué de estar en aquel coche. Paula se aflojó el cinturón, se volvió hacia el asiento en el que estaba el chico y le explicó que estaba ahí debido a el desmayo que había sufrido por el golpe de aquel hombre, que al final huyó del lugar de los hechos. El chico asombrado por lo que había escuchado le dijo que él solo se acordaba de que se desplomó en el suelo, acto seguido cambiando de tema el chico procedió a presentarse. Se llamaba Carlos, también le dijo la edad, la cual era 28. Paula también se presentó, y cuando hubo terminado, presentó a Marcos, ya que él no podía. Ella le explicó a Carlos que iban camino del hospital más cercano, para ver si le había pasado algo, el chico respondió con un simple vale.
Cuando llegaron al hospital y aparcaron, Marcos y Paula se bajaron del coche y ayudaron a Carlos a bajar también de el. Entraron al hospital, concretamente a la parte de urgencias, y una vez allí pidieron cita en el mostrador. Se sentaron en los incómodos asientos de aquel lugar, y poco a poco fue pasando el tiempo hasta que al fin los llamaron, entonces pasaron a la consulta del doctor. Marcos le explicó al doctor lo ocurrido, y una vez que acabó le pidió al doctor que comprobara si le pasaba algo. Éste lo primero que hizo fue levantarse de su silla y presentarse. Se llamaba Antón, y era un poco viejecillo, poco después pasó a comprobar si Carlos tenía alguna lesión, pero después de mucho investigar les dijo que no tenía nada, aunque le iba a curar la brecha que se había hecho en la cabeza al caer sobre la carretera. Una vez todo terminado salieron de la consulta, se dirigieron al coche y se montaron. Antes de arrancarlo Carlos les dijo a Marcos y Paula que agradecía un montón lo que habían hecho por él y que jamás los olvidaría, ellos le contestaron que no era nada. Marcos interrumpiendo el tema le preguntó a Carlos que dónde vivía y el les dijo que a unos diez kilómetros o así de aquel lugar, de repente se cayó por momentos, cuando entonces puso cara de preocupado y se preguntó a sí mismo que dónde estaba su coche, Marcos le dijo que estaría en el lugar donde sucedió aquella pelea, entonces Carlitos le pidió a Paula y Marcos que fueran hasta el lugar de los hechos para ver si el coche seguía allí, aunque lo dudaba.
Al fin llegaron a aquel lugar, pasadas tres horas era increíble, el coche aún seguía allí, Carlos no daba palabra alguna, pero a Marcos y a Paula no les asombraba que el coche siguiera allí, ya que era un modelo Renault de lo más antiguo, y creían que nadie que estara en su sano juicio se llevaría semejante chatarra, claro pero eso solo lo pensaban, porque si se lo hacían público a Carlos empezaría a arder trolla. Éste se bajó del coche, se despidió de ellos y acto seguido se dirigió hacia su coche. Una vez que montado en él, lo arrancó y se fue, pero antes despidiéndose de Marcos y Paula con la mano por fuera de la ventanilla, arriesgándose a perderla.
Cuando Carlos se fue Marcos y Paula se fueron hasta su casa después de un largo e intenso día. Nada más llegar se prepararon la cena y pusieron la mesa, esperaban que fuese tranquila la cena, ya que el resto del día no lo fue. Tuvieron suerte y así fue, la cena transcurrió tranquilamente, mientras que veían la tele. Terminaron de cenar, recogieron todo y subieron hacia su habitación, estaban muy agotados así que decidieron dormir.
Al día siguiente Paula se despertó no muy temprano, se giró para abrazar a su novio, pero no estaba. Ella preocupada llamaba a su móvil sin parar, pero la tele operadora decía que estaba apagado o fuera de cobertura, pasaron quince minutos y seguía sin volver. De repente empezó a oírse a cantar a gente por el balcón, y Paula extrañada se asomó. Marcos abrió la puerta si hacer ruido, subió las escaleras de la misma forma y entró en el cuarto en el que estaba Paula, se dirigió al balcón, se puso de rodillas detrás de ella mientras sujetaba con las manos el ramo de rosas rojas que le había comprado, y cuando Paula se giró...


Continuará....


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lunes, 21 de junio de 2010

Una fresca mañana de invierno

No eran más de las siete y media de la mañana cuando un delgado rayo de luz pero a la vez potente, entró por un pequeño agujero de la persiana de María, lo cual hizo que se despertara. Adormecida se levantó para bajar del todo la persiana y así poder dormir. Como si fuera una pluma se abalanzó de nuevo sobre la cama. Poco más tarde ya se le podía oír un suave ronquido, lo cual indicaba que ya no era consciente de sus actos. Pasaron más de las once y media de la mañana y al fin, un cosquilleo en su brazo hizo de nuevo que se despertara. Intentó seguir durmiendo, pero a pesar de que ya era un poco tarde, no pudo conciliar el sueño. Se levantó decida a aprovechar esa fresca mañana de pleno invierno, levantó la persiana de su habitación y de nuevo volvieron a entrar esos luminosos rayos de luz que iluminaban toda la habitación.
Salió a desayunar, abrió el frigorífico y sacó de él las cosas necesarias para un buen desayuno, un tetra brik de leche y una manzana, después, sacó el tostador y pan, con el fin de prepararse unas  tostadas. Cuando ya hubo terminado, encendió el calentador y fue directa a darse un buen baño relajante. Llegó al cuarto de baño, cogió su móvil y puso una canción relajante, después, encendió el grifo de la bañera e hizo que se llenara hasta más no poder, teniendo en cuenta que no la podía llenar del todo ya que al meterse ella el nivel del agua subiría. Se desnudó y se metió a la bañera. Siempre que se daba un bañito se olvidaba de todo por un momento y dejaba su mente en blanco. Pasaron veinte minutos en los cuales no se escuchaba apenas ni un solo ruido, al pequeño rato, salió de la bañera, se secó y fue hasta su habitación. Una vez allí, abrió su vestidor y de él saco una reluciente camiseta blanca de manga larga y unos pantalones negros. Cuando ya se hubo vestido se puso unos zapatos color negro, y poco después, fue de nuevo al cuarto de baño para peinarse.
Ya había terminado, así que cogió sus llaves, salió de su apartamento y cerró la puerta con llave. Se dirigió hacia la parada de autobús más cercana, y esperó allí hasta que pasara el autobús que le dejara en el centro de la ciudad. Se sentó en un sitio en el que alrededor suyo no había mucha gente, ya que quería leer mientras que no llegaba a su destino. En un abrir y cerrar de ojos le pareció a María que había llegado, pero no era así, porque había tardado diez minutos, pero como estaba leyendo se le pasaron muy breves dichos minutillos. Se guardó el libro en su bolso y siguió con su destino "Las rebajas" (de invierno), al igual que María, también había mucha gente con ese destino.
Ella iba a una tienda en especial, la cual era "El corte inglés", en aquel lugar quería comprarse un montón de cosas, sobre todo ropa y zapatos, como no. Aquello era un caos, como era el primer día de las rebajas pues había muchas personas, y algunas de ellas peleándose por una prenda, que al final acabaría rota por la fuerza que harían tales personas. Vio un vestido rojo cereza que le encantó, al comprobar que era su talla, quiso ir a probárselo. Una vez que ya lo tenía puesto decidió comprárselo, ya que le favorecía mucho. No compró mucho más, bueno lo que se entienda por dos pares de zapatos y un bolso.
Después de muchos perdón, paso y se puede usted apartar, consiguió salir de aquel barullo de gente. Pensó que con lo que había comprado era suficiente, así que de nuevo se fue hacía la parada del autobús. Divisó que el bus que ella buscaba estaba allí y que iba a efectuar su salida. Se apresuró la máximo que pudo y logró coger el autobús. Esta vez en vez de sacarse un libro, decidió ponerse a escuchar música y lo hizo. Bajó de la parada con una de las manos llena de bolsas, las cuales pesaban un poco, pero se tuvo que aguantar hasta que llegara a su piso. Al fin llegó, pero lo hizo sin circulación en la mano, debido al peso de las bolsas. Un vecino que en ese momento bajaba decidió ayudarle, así que le abrió la puerta, le cogió las bolsas y se las llevó hasta el apartamento de María. Ésta se lo agradeció, él le respondió que no era molestia y cada uno siguió su camino.
Abrió la puerta de su casa y fue directa a su habitación para dejar todas las bolsas encima de su cama. Una vez hecho, tomó la decisión de que quería descansar un poco. Se relajó un ratito y cuando decidió que ya era suficiente se puso a hacerse la comida. No sabía que hacerse de comer, así que fue a por lo más fácil, cogió unos spaguettis de sobre y se los hizo. Mientras que el agua no hervía se puso a poner la mesa. Cuando el agua por fin empezó a hervir echó los spaguettis en el cazo. Pasaron los veinte minutos que se necesitaban para que se hiciera la comida, así que los sacó del cazo, los puso en un plato hondo y se los sirvió. Al terminar, fregó los platos, quitó la mesa y se echó una siesta, que duraría unas tres horas, hasta las seis de la tarde. Como no se podía dormir bajó la persiana, pero no del todo.
De nuevo hubo algo que la despertó, lo cual era una fresca y ligera brisa, pero no se despertó a la hora que ella quiso, sino que se despertó media hora después, a las seis y media. Estaba agotada, no sabía que hacer, así que se puso a ver la televisión, pero como no había nada interesante se puso a seguir leyendo su libro. Cuando se vino a dar cuenta de la hora eran las ocho, esa hora le gustaba mucho, porque era la hora en la que echaban en la tele un documental sobre la fauna de la península. Una vez terminado quiso cenar y se puso a hacerse un bocadillo. Se lo hizo vegetal y cuando lo hubo terminado puso la mesa. Cenó tranquilamente viendo la tele, que en ese momento ponían "La que se avecina". Terminó la cena, recogió la mesa y decidió acostarse. Apagó todas las luces de su casa, y se dirigió a su habitación. La única luz que dejó encendida fue la de su habitación, ya que iba a terminar de leer el libro.
Por fin lo terminó de leer, se hicieron las diez de la noche y ella agotada, decidió dormir después de un largo día, y así fue. Antes de dormirse fue a la cocina a por una botella de agua que todas las noches se llevaba a su habitación por si por la noche se despertaba y tenía sed, que no se tuviera que levantar. Volvió a su habitación y por fin, se dejó caer a su cama como una pluma de un pájaro cuando se le cae, despacio y suavemente, dejando de por sí, un triste silencio.


By: À Droite.

jueves, 17 de junio de 2010

Un gran sueño

Bueno, en este día voy a subir otro poema que creé yo, debido a que estaba aburrido en clase. Espero que os guste.
Hela aquí:


Un gran sueño
                                                             
En el fondo del océano
no supiste qué hacer,
y empezaste a crecer
sin motivo alguno.

Aumentas tu tamaño
al igual que un castaño,
y sin tener fruto alguno
siempre tienes jugo.

Por las arenas del camino
encontrarás tu destino,
y al andar sobre ellas
sentirás un gran alivio.

Mientras caminabas dormido
un gran viento se llevó,
tu recuerdo y el mío,
que quedaron
en un triste adiós.

A lo lejos se te ve
angustiado y perdido,
sin saber tu camino,
ni tu destino.

Al fin te despertaste
de ese sueño tan profundo,
que solamente quedó
en un susto, solo un susto.


By: À Droite.

sábado, 29 de mayo de 2010

Amar, llorar y soñar

¡¡Saludos!! ^^
Hola mis preciados seguidores, en este día, he decido deleitaros con un poema que me inventé yo solito. El título de esta entrada es como se titula el poema, y lo de hacer una poesía, viene de que un día JB, mandó crear un poema, así que yo muy obediente me puse manos a la obra, y de tanto pensar y pensar, salió lo que vais a leer a continuación.

Amar, llorar y soñar                                                        

Una gran bola de luz,
iluminaba tu tez,
y en la sombra de la luna,
te caíste sin querer.

Como un gran pez,
sin memoria alguna,
no te acuerdas de nada,
ni de lo ocurrido ayer.

Antes de nada,
he de decir,
que tú lo fuiste todo para mí.

No quiero ni pensar,
lo sucedido aquel día,
ya que si lo imagino,
moriría.

Sabes que sé amar,
sabes que sé llorar,
pero ha algo que aún no sabes,
que es,
que sé soñar.


By: À Droite.

martes, 25 de mayo de 2010

Un amor universitario. Parte III

...Paula vio reflejada la silueta de alguien en la pared del pasillo. Se levantó de la cama, salió al pasillo, y vio a un hombre vestido de negro, como si de un ladrón se tratara. Cuando vio que llevaba un cuchillo en la mano, se asustó y empezó a gritar. Marcos se despertó, y se dio cuenta de que Paula estaba moviéndose de un lado para otro en la cama. Quiso despertarla, así que se puso a llamarla y a moverla a la vez, ella se despertó y se levantó de un salto de la cama. Marcos le preguntó a Paula que qué le había pasado, ella le respondió que había tenido una terrible pesadilla, en la cual alguien entraba en su casa y la mataba. Él se dedicó a calmarla y a decirle que solo había sido una pesadilla, nada más. Una vez ya ambos calmados, intentaron dormir, y así lo hicieron.
Sonó el despertador que Paula tenía puesto, así que los dos se levantaron y mientras que Marcos se duchaba, ella decidió desayunar. Estaba desayunando cuando de repente, le vino a la cabeza lo ocurrido aquella noche. Decidió dejar de pensar en aquello, ya que no quería recordar tal sueño. Marcos se terminó de duchar cuando de repente gritó ¡¡Paula!!. Ella subió corriendo las escaleras y se dirigió al cuarto de baño, se creía que le había pasado algo. Se arrimó a la puerta del baño y le preguntó a Marcos que qué le pasaba, él le respondió (a gritos) que se fuera preparando, ya que él ya había terminado. Ella al fin respiró, ya que se había asustado al pensar que le había pasado algo. Cogió detenidamente su ropa, y esperó sentada en la cama a que saliera Marcos, después de media hora, por fin Marcos consiguió salir del cuarto de baño, y dejar paso a su novia.
Él se vistió, y poco después bajó a desayunar. Cuando llegó a la cocina sacó la leche del frigo, y descongeló pan para hacerse unas tostadas. Cogió la leche, la echó en un cuenco y la calentó, después buscó el tostador, y al fin lo encontró, pero estaba roto (que mala suerte oye), así que tuvo que hacerse las tostadas como se hacían antes, de manera que encendió el fuego y pinchó la tostada con un cuchillo, después, la puso encima del fuego, sosteniéndola claro. La leche ya estaba lista, así que la sacó y se la puso en la mesa, antes de sentarse, se dirigió de nuevo a la cocina para abrir de nuevo el frigorífico y coger la mermelada de fresa. Se dirigió a la mesa. Mientras que desayunaba, Paula estaba recién salida de la ducha y secándose. Cuando ya se hubo secado, salió hacia su habitación y se vistió. Ella, una vez vestida, lo llamó a Marcos para que subiera y le ayudara a hacer la cama, el amable y educadamente subió y la ayudó. Cuando ya hubieron terminado todo lo que tenían que hacer antes de irse, cogieron el coche de él y se fueron los dos en su coche, para no malgastar tanto gasoil.
Llegaron a la universidad, y se dirigieron a la clase. Cuando entraron todos estaban en su sitio, ellos se extrañaron, y luego se dieron cuenta de que es que ya había tocado la sirena. Subieron a sus respectivos asientos y una vez sentados, esperaron a que viniera el profesor de esa hora. Esperaron y esperaron, pero el profesor seguía sin venir, pasó un cuarto de hora, pero nada, así que un alumno muy digno él, decidió acercarse a la sala de profesores a decir que su profesor no había llegado aún. El alumno vino junto a un profesor de guardia, éste les dijo que si tenían que estudiar algo que lo estudiaran, o si no, que hablaran flojito, que él quería leer. Paula y Marcos, decidieron hablar (como no). Ambos hablaban de que querían comprarse un coche que funcionara con electricidad, se pusieron de acuerdo, y decidieron vender ambos coches y comprarse uno que tuviera tal cualidad. Todas las horas siguientes estuvieron muy atentos en clase, (como debe de ser hombre) tan atentos estaban que parecían que les habían hipnotizado.
Salieron de la universidad, y como era viernes ya no tenían clase hasta el lunes (que listos ehh xD). Esta vez no fueron a ningún bar ni nada, si no que se fueron directamente a su casa, así que cogieron el coche de Marcos, se montaron, y fueron directos a la casa de Paulitas. Una vez allí, decidieron preparar la comida, la cual era arroz, pero que a él no le gustaba mucho, pero para no hacerle el feo de no comerse la comida, se la tendría que comer. Mientras que ella cocinaba, él estaba poniendo la mesa. El arroz ya estaba listo, así que se dirigieron a la mesa para comer. La comida fue muy silenciosa, excepto por el ruido de la tele, que estaba enchufada. Cuando terminaron de comer, subieron a dormir un ratito hasta las cinco que se fueran a ver los coches eléctricos. Esta vez ninguno de los dos tuvieron ninguna pesadilla. Se levantaron de la siesta, y se lavaron ambos la cara, cuando ya estuvieron listos, cogieron esta vez el coche de Paula y se fueron a ver automóviles eléctricos. Llegaron a un concesionario de coches, se bajaron del suyo y entraron a tal sitio. Preguntaron por los automóviles que estaban buscando, y el señor que les atendió les enseñó una gama de modelos muy razonables de precio. A ambos les gustó el mismo coche, así que decidieron comprarlo. Le dijeron al señor que el lunes volverían, el señor le respondió que les atendería encantado.
Se montaron de nuevo en el coche de Paula, y fueron camino de su casa. Por el camino vieron que en medio de la autovía había dos tipos peleándose, no había nadie separándolos, así que ambos coincidieron en que su labor sería bajarse del coche y separarlos. Pararon el automóvil en un lugar en el cual no molestaba, y se bajaron al lugar de los hechos. Marcos fue corriendo a separarlos, ya que se estaban haciendo sangre por todas partes. Se acercó a los chicos y los separó, cuando de repente...
Continuará…

By: À Droite.

Tempestad

¡¡Hola!!
Aquí estoy de nuevo, pero esta vez he decidido dejarme para el próximo día la siguiente parte de la historia Un amor universitario, ya que tengo poco tiempo. Debido a eso, en esta entrada pondré un acróstico inventado por mí. Os preguntaréis que por qué me da así de repente por poner un acróstico ¿no?, pues no preocuparos, que os lo explico. Un día, JB creó un juego en el que teníamos que crear un acróstico con la palabra tempestad, y yo por la noche, aburrido sin poder dormir, decidí invertirme tal acróstico, y así es como sucedió toda esta historia xD. A continuación, pondré el acróstico con la palabra correspondiente, que por si no os acordáis, (si de verdad no os acordáis solo puede ser por dos cosas, porque tenéis alzhéimer o porque sois vagos) tal palabra era tempestad.
Hela aquí:

Tú lo eres todo para mí,
Eres mi vida y mi corazón.
Moriría por volver a estar contigo.
Paseo por las calles,
Esperando que vuelvas.
Sabes que te quiero.
Todavía recuerdo aquellos momentos vividos juntos.
Al atardecer mis ojos lloran,
Deseando están de volverte a ver.

Bueno, pues este es el dichoso acróstico, espero que os haya gustado porque si no...¡¡Jum!!. Aquí os dejo hasta la siguiente entrada, que será Un amor universitario. Parte III.Un abrazo.

By: À Droite.

viernes, 14 de mayo de 2010

Un amor universitario. Parte II


Cuando fueron a darse el beso, Paula abrió los ojos, y pegó un gran saltito hacia atrás debido a que iba a estornudar, y justo cuando estornudó se le escapó un pedo, sin querer, claro. Ambos se rieron de lo ocurrido, y poco después, al fin se dieron el beso tan esperado por los dos. Se despidieron, y Marcos se fue. Paula cogió su coche, y fue camino de su casa. Llegó llena de alegría, ya que por fin había logrado besar a Marcos. Éste también llegó a su casa eufórico, también por lo mismo.
Al día siguiente se fueron los dos a la universidad, Paula llegó un poco más tarde porque le había pillado un atasco. Cuando se vieron, y se saludaron, se dieron un beso. Se pasaron casi toda una hora hablando sin parar, y como no, el profesor les echó la bronca. Acabó ese día de universidad, y se fueron a darse un paseo. Iban cogiditos de la mano, era todo muy romántico. Decidieron sentarse a tomarse algo en un bar, llamado "Los enamorados", cuyo nombre les venía al pelo. Tomaron lo de costumbre, una cervecita y alguna que otra tapa. Se pudieron a hablar de trabajo, Marcos le preguntó a Paula que como le iba de modelo, ella le respondió que muy bien, que se iba a presentar a Miss España. Marcos se alegró por ella, también le dio muchos ánimos y le dijo que le iba a apoyar en todo lo posible, ella le dio las gracias a la misma vez que le abrazaba y le daba un beso.
Como acordaron la última vez, ahora le tocaba pagar a Paula. Una vez ya pagada la cuenta, siguieron con su paseíto de enamorados, mientras que caminaban iban hablando, pero esta vez era Paula la que le preguntaba a Marcos que si se quería irse a vivir con ella, él le respondió que si, y después le dio las gracias por acogerle en su casa. Cogieron el coche, y ambos fueron a casa de los padres de Marcos para recoger su ropa. Aparcaron por donde pudieron, y subieron al piso. Marcos les explico a sus padres que se iba a ir a vivir con Paula, ellos por una parte se alegraron por él, ya que se iba a independizar, pero por otra parte se entristecieron, porque se les iba a ir un hijo. La madre de Marcos (llamada Antonia) le pidió a Paula que cuidara muy bien de su hijo, y ella le respondió que lo protegerá con su vida. Toda la familia se abrazo, y después se despidieron. Antonia rompió a llorar, ya que no quería que su hijo se fuera, pero es algo que pasa. Marcos la vio llorar y le dijo que no pasaba nada, que volverían a verse dentro de poco. Éste cerró la puerta, cogió las maletas y las bajó al coche. Una vez ya todos listos, se fueron camino de la casa de Paula, en la cual iba a empezar una nueva vida, con su nuevo amor.
Llegaron a la casa de Paulita, era un dúplex, lo cual le encantó a Marcos. Dejó las maletas nada más entrar, y después ella le enseñó la casa. Paula le preguntó a Marcos que si le importaba que durmieran juntos, él le respondió que no, que no le suponía ninguna molestia. Subieron las maletas a la habitación, y al rato empezaron a colgar ropa. Una vez ya terminado lo que estaban haciendo, Marcos le dio su opinión a Paula de la casa, le dijo que era muy bonita y alegre, y que estaba muy bien decorada, ella le dio las gracias. Se hizo la hora de cenar, y Marcos decidió agradecerle a Paula el que le hubiera abierto las puertas de su casa, de modo que se puso a cocinar él. Le hizo una ensalada y un bogavante que ella tenía guardado en el congelador. Paula se sorprendió de que Marcos supiera cocinar. Llegó la hora de sentarse a cenar, ya que la cena ya estaba lista, así que Marcos sacó el bogavante y lo puso en el centro de la mesa, después saco la ensalada. Veían el telediario mientras que cenaban. Cuando terminaron de cenar, Marcos recogió la mesa y fregó los platos, después se sentaron los dos a ver la tele. Estaban viendo una peli de miedo. Paula no quería decir nada, pero no le gustaban las pelis de miedo. Estaba abrazada a Marcos y haciéndose la dormidita para que se acostaran, pero él no se daba cuenta je je. Al fin terminó la película, y después subieron a acostarse.
Marcos se durmió enseguida, pero Paula tardó en conciliar el sueño. De repente, Paula oyó como si alguien abriera la puerta de su casa, y como si después subiera las escaleras. Paula vio reflejada la silueta de alguien en la pared del pasillo. Se levantó de la cama, salió al pasillo y...
Continuará...

By: À Droite.

domingo, 9 de mayo de 2010

Un amor universitario


¡¡Hola!! ^^
Aquí estoy de nuevo, como siempre xD. Voy a hacer una nueva historia, pero esta vez va a ser de amor. Espero que sea de vuestro agrado, y prometo no matar a los personajes, ¿vale?.

Aquí viene:
Una fría mañana de invierno, un hombre llamado Marcos, cogió su coche para ir a la universidad. Era su primer año, ya que acababa de terminar el bachiller. Sus vacaciones habían sido estupendas, en general, para él todo era estupendo. Cogió el coche, y fue camino a la universidad, mientras conducía, estaba rezando para que no le gastaran las bromas que le suelen gastar a los novatos en las universidades, aunque os haya asombrado, es verdad, ¡¡podía hacer dos cosas a la vez!!, y eso que era un chico XD. Bueno, dejemos ese tema y volvamos al de antes. Llegó a la universidad, estaba nervioso, y se le notaba ya que se tiró media hora para aparcar el coche. Salió de él, y después fue a ver las listas para ver en qué clase le había tocado. Le tocó en la veinte. Entró en la clase, apenas había gente, seis u ocho personas más. Se sentó al lado de una chica, la cual estaba sola, pero ya no, ya que se había sentado Marcos. Este se presentó, y una vez ya terminado de presentarse, se presentó ella. Se llamaba Paula, era una chica alta, rubia, de ojos marrones y muy educada.
Se pusieron a hablar entre ellos, ella en sus ratos libres se dedicaba a ejercer de modelo, esta le preguntó a Marcos si se dedicaba a algo, y él le contestó que no, pero que quería estudiar derecho. Ambos tenían algo en común, que eran solteros. Siguieron hablando, mientras tanto seguía yendo más gente a la clase. La clase se llenó y a los pocos minutos sonó la sirena, que indicaba que iban a empezar las clases. Entró el profesor, con el que se suponia que iban a pasar la mayoria de las horas en la universidad. Les dio la bienvenida, después pasó lista y estaban todos, el profesor se llamaba Eduardo, este les puso en la pizarra los profesores que iban a tener durante todo ese curso, y al lado la asignatura que daba cada profesor. Una vez todo explicado, siguieron al profesor, ya que les iba a enseñar la universidad por dentro. Cuando terminaron volvieron a sus clases, y Eduardo les dijo que eso había sido todo por hoy, que mañana empezarían las clases.
Paula y Marcos siguieron hablando fuera de la universidad, y para no quedarse allí, se fueron a un bar. Cuando llegaron se sentaron, el camarero salió para ver que querían, y ambos pidieron una Coca Cola. Siguieron así casi toda la tarde, hasta que a Paula le sonó el móvil, era su abuela, que necesitaba su ayuda en las labores del hogar, ella obedientemente se despidió de Marcos, y él le respondió con dos besos y un abrazo.
Cada uno se dirigió a su coche, Paula mientras caminaba hacia su coche, iba pensando en lo agradable y amena que era la presencia de Marcos. Este también fue camino a su coche pensando en lo bella persona que era Paula. Ambos coincidieron en algo, en que cada uno era el prototipo de novio y novia del otro. Paula cogió su coche y se dirigió a casa de su abuela, la cual estaba ya muy mayor. Acabó el día y para ambos fue uno de los mejores de sus vidas, ya que se habían conocido mutuamente.
Al día siguiente, cada uno se montó en su coche, y una vez ya montados, se fueron a la universidad. Mientras que conducían, iban deseando el poder pasar otro día más acompañado uno del otro. Llegaron a la universidad, y que casualidad que se encontraron por los pasillos, se saludaron y se dirigieron a la clase, en la cual siguieron hablando hasta que vino el profesor. Hablaban sobre cosas interesantes, hasta que vino el profesor y les cortó el rollo. Ambos estuvieron muy atentos en todas las clases. Cuando finalizaron, quedaron otra vez para ir a tomarse algo, pero esta vez Marcos la llevó a un restaurante para que cenaran juntos. No bebieron alcohol, para que no tuvieran ningún problema al conducir. Estuvieron charlando, y por fin pasaron al tema del que en verdad estaban deseando hablar. Se lanzaron a hablar los dos a la vez, pero Marcos le cedió la palabra a Paula. Ella le dijo que le gustaba él, y se cayó para que hablara Marcos, el cual le dijo que a él le gustaba ella. A ambos se les pusieron unas caras de alegría tremendas. Él le dijo que si quería salir con ella, y ella obviamente le respondió que sí. El camarero les trajo la cena, entonces como de costumbre cenaron.
Acabaron de cenar, y Paula pidió la cuenta. Cuando el camarero dejó la cuenta, Marcos rápidamente sacó de su cartera el dinero de lo que había costado la cena, pero ella se negó a que pagara todo él. Él le insistió que la pagaba él, y como los dos eran muy cabezotas tuvieron que llegar a un acuerdo, que era que la próxima vez que quedaran lo que costara la comida lo pagaba Paula. Él terminó cediendo. Marcos pagó la cuenta, y después salieron fuera a tomar un poco el fresco. Esta vez era Marcos el que se tenía que ir, así que se fueron a darse un beso, en la boca, claro. Cuando fueron a dárselo, Paula abrió los ojos, y pegó un gran saltito hacia atrás, debido a...
Continuará...

By: À Droite.

sábado, 8 de mayo de 2010

Un moco en la puerta

Curioso titulo, ¿no creéis? ja ja. Esta entrada solo sabrán a qué profesor se refiere mis compañeros de clase, nadie más, ya que en ese momento no estaban ahí para vivirlo je je. Espero que os riáis aunque solo sea un poquito xD.

Hela aquí:
Esto era una mañana de primavera, pero que más que primavera parecía invierno, en la cual, nada más terminar el recreo subimos a clase. Esperábamos al profesor de la siguiente hora, y nada más venir, cada uno se sentó en su sitio. Le preguntamos por los exámenes, para ver si los tenia corregidos, como de costumbre, si los tenia, y corregidos ¡¡ehh!!. Bueno a lo que iba, el profesor se puso a explicarnos el tema, cuando de repente miro hacia arriba y, ¿a que no sabéis que veo?, veo que tenía un moco en la nariz. No pude evitar reírme, pero disimuladamente, claro. Se lo dije a Ann, que la tenia al lado, y ella tampoco pudo evitar troncharse de risa, pero todo con disimulo, claro.
Después de un buen rato sin parar de reírnos, nos preguntaron Mtez y Jiménez el porqué de tantas risitas, y Ann se lo explicó mediante una nota en la agenda. Ellas también se empezaron a reír, pero no tardaron mucho en parar ya que el profesor les dijo que se dejaran ya las risitas je je, pero a Ann y a mí no nos dijo nada, de momento. Seguíamos tronchándonos de risa, sin parar ni un segundo. Deseando estábamos de que no estornudara, digo yo que sabréis el por qué, ¿no?. Terminó de explicar, después, se sentó para que leyéramos lo que él había estado explicando durante todo ese tiempo, en el cual, mi compañera y yo no podíamos parar de reírnos. Terminaron de leer nuestros compañeros, el profesor se dirigió a Ann y a mí, y nos dijo que paráramos ya, que ya estaba bien de tantas risitas, y que a él es al que más le gustan las risas, pero que en ese momento había que estar serios (como él).
Yo no sabía cómo tomarle en serio con el moco en la puerta, al menos yo no podía, y mi compañera tampoco. Después de esa pequeña advertencia, se puso a mandar deberes, y nada más terminar se fue.
Cerró la puerta, y Ann, Mtez, Jiménez y yo empezamos a troncharnos aún más de risa, ahora sin disimulo ja ja. Los demás compañeros nos preguntaban por qué nos reíamos, y nosotros se lo explicábamos, pero a ellos no les hacia tanta gracia como a nosotros je je. Llegó la siguiente hora, y decidimos parar de reírnos, aunque seguimos un poco, pero solo eso.

Fin

Esto ha sido la historia de tal curioso titulo xD. Como he dicho al principio espero que os hayáis reído, porque si no me cabreo ¡¡jum!!, es mentira je je. Aquí os dejo hasta mi próxima entrada.

By: À Droite.

P.D.: Ahh, y sé que fuimos bastante descarados.

domingo, 2 de mayo de 2010

Para la persona más especial de mi mundo.


En un día tan especial como el de hoy, he decidido dedicarle a mi madre unas palabras. Se me ha olvidado hacerlo por carta, así que lo haré mediante una entrada del blog, así todos sabréis lo que siento por mi madre.

¡¡¡Hola Mami!!! ^^
En este día tan, tan, tan bonito y especial como el de hoy, he de dedicarte unas palabras. Eres mi madre, y eso me alegra porque te quiero como a ninguna otra persona en el mundo. Tú siempre estás ahí, para decirme en lo que me he equivocado, para ayudarme, para animarme, para lo bueno y lo malo.
Tú me necesitas, y yo a ti, si tú no estás bien, yo tampoco, me entristece verte desanimada, y me alegra verte eufórica. La primera vez que te vi, nada más nacer, empecé a llorar, y quiero pensar que fue de estar entre tus brazos. Tú sabes lo que me pasa en cada momento, sabes protegerme de todo, haces todo lo posible para que esté bien, y eso me llena de satisfacción. Nunca has dejado de apoyarme en todo lo que he hecho, y creo que lo seguirás haciendo. Tú das todo por mí, aunque yo no de todo lo posible por ti. Todos estos años de mi vida han sido muy entrañables gracias a tu presencia. Espero seguir queriéndote muchos años, todos los que me quedan y más, porque sé que tú a mi no me has querido, sino que me has amado desde el primer momento en el que nací.

Espero que te haya gustado lo escrito en esta entrada, aunque no debería decir espero, porque sé que te ha gustado, también quiero darte todo lo que no te haya dado de felicidad hasta ahora =).

Te querré todo el resto de mi vida, y como dice Buzz Lightyear, "¡¡Hasta el infinito y mas allá!!".
Con mucho amor, para la persona más maravillosa de mi mundo.
Muchísimos besos y abrazos. ¡¡Eres la mejor!! ^^

By: À Droite.

sábado, 1 de mayo de 2010

Put on y María Sarmiento.

Saludos ^^
Os preguntaréis el por qué de este curioso título para esta entrada, ¿no es así?. Si no es así, que lo vaya siendo xD. Bueno, a continuación vienen las historias de tal interesante título.

Put on:
Un día, estando en clase de inglés, la profesora C.H.2. dijo el verbo "Put on", entonces, no sé por qué (ya que no me acuerdo mucho de ese día) empecé a reírme demasiado, más bien a troncharme de risa, por no decir descojonarme, claro. No paré hasta los cinco minutos, cuando la profesora se cabreó y me dijo que parara o me iba al pasillo, como es de prever yo preferí callarme, aunque no por mucho rato, ya que cada dos por tres recordaba tal verbo ("Put on"). Mi amiga Mtez, también hacia que yo me riera, ya que cuando no miraba la profesora se ponía a decirme "Put on berbenero", entonces yo, como no, empezaba a partirme de risa, menos mal que la profesora no me dijo nada (uff). Aunque parezca mentira todavía seguimos y seguiremos diciéndonos tal barbarie, es que como nos hace tanta gracia pues nos tronchamos de risa je je.

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María Sarmiento:
Otro día, de otra semana, y de otro mes, pero no de otro año, estaba yo también en clase disfrutando de la mañana cuando llegó la hora de matemáticas. Casi toda la hora fue normal y digo normal por lo que voy a contar. Estaba yo tan tranquilo escuchando las explicaciones del profesor cuando de repente, J.D. se distrajo de la explicación que estaba dando y se puso a contarnos el chiste de "María Sarmiento".
Tal chiste me hizo tanta, pero que tanta gracia, que me tiré toda la santa hora de matemáticas riéndome de ese chiste. El profesor al oír que alguien se reía, dijo que no hacia tanta gracia, pero es que a mí me llegó tan dentro que no podía parar de reír. Una vez ya tranquilizados todos, y vueltos a la normalidad, seguimos con las explicaciones. De vez en cuando me giraba hacia atrás. Detrás estaba Jiménez, que cada vez que giraba para hablar con ella me sacaba el chiste, como es obvio yo me reía. Así pasó toda la hora, soltando carcajadas sin ton ni son, pero bueno, al menos fue la hora de matemáticas mas divertida hasta el momento, y creo que lo va a seguir siendo, por lo menos hasta el año que viene xD.
Si alguno no sabe cómo es el chiste, aquí abajo se lo pongo.

María Sarmiento:
Esto era María Sarmiento, que se fue a cagar, y se la llevó el viento.

Fin

Aquí acaban las dos mini historietas, son totalmente ciertas, y creo que hasta creíbles. Espero que os hayan gustado, porque lo he hecho para eso je je.
Hasta pronto.
By: À Droite.

sábado, 24 de abril de 2010

Pepico el pepón. Parte III


Le volvieron a preguntar, y vieron que no contestaba, entonces, de repente Pepe cerró los ojos y se desmayó. Los "padres" se acercaron lo antes posible a la cama para ver que le había ocurrido, le tomaron el pulso, pero lo tenía bien. Pulsaron el botón que hay encima de la cama para llamar a la enfermera, como vieron que no iba ninguna salió David a llamar a una, mientras que Helena intentaba reanimar a Pepe. Ella hacia todo lo posible por reanimarlo, se subió encima de la camilla y se puso a hacerle el boca boca, pero Pepe no se despertaba, entonces ya desesperada se puso a hacerle el masaje cardíaco, pero nada de nada. En ese momento, se acordó de que antes de que se fuera su marido si tenía pulso, entonces se lo tomó otra vez y ya no tenía. Se dio cuenta de que al haberle hecho el masaje cardíaco a su "hijo" le había parado el corazón. Ella empezó a llorar porque no quería hacerlo, sabía que lo que había pasado había sido por culpa de los nervios que tenía en ese momento.
Al rato vino David con una enfermera, esta les dijo que se esperasen que iba a llamar al doctor. Fernando fue a los pocos minutos de que la enfermera lo llamase. Pepe seguía sin despertarse, así que el médico le tomó el pulso, vio que no tenia, así que entre el médico y la enfermera se lo llevaron en la camilla hacia el quirófano, los "padres" iban detrás de ellos ayudándoles en todo lo posible.
De camino Helena y David iban llorando preocupados, sobre todo ella por lo que había pasado en la habitación (cuando solo estaba Helena).
Llegaron a su destino, y el doctor pasó a Pepe al quirófano, mientras que la enfermera les decía a los "padres" que se esperaran fuera, que no se preocupasen de nada que todo iba a salir perfectamente.
Mientras que esperaban para ver que les decía el doctor, se pusieron a dormir en las sillas, acurrucados mutuamente.
Al cabo de una hora aproximadamente, a las 06:00 am se despertaron, y al poco rato salió el doctor. David y Helena esperaban que el doctor les dijera que todo había salido bien, que le habían puesto en funcionamiento de nuevo el corazón, pero esas no fueron precisamente las palabras del doctor. Fernando les dijo que había hecho todo lo posible, pero que no había conseguido revivir a Pepe, por mucho que lo había intentado. Los "padres" se derrumbaron al saber que Pepe (su "hijo") había muerto.
Su "madre" fue la que más se arrepintió, ya que había sido todo por su culpa. En ese momento no quería contarle a nadie lo ocurrido en la habitación (cuando estaba ella sola), solo quería llorar y llorar.
Al día siguiente, se llevaron a Pepe al tanatorio, fue mucha gente a verlo, a rezar por él y a darles a los "padres" su más sentido pésame. Helena estuvo toda esa noche rezando por Pepe. Se durmió, y hubo un instante en el que se despertó, se giró y le pareció ver a su "hijo" al lado del espejo, ella se levantó y se acercó a donde él estaba, pero nada más acercarse la figura de Pepe se desvaneció en la oscuridad de la habitación.
Nada más despertarse, David y Helena fueron a la misa que le habían preparado a Pepe por su funeral. También fue demasiada gente, y hasta personas que no conocían les dieron su pésame. Después de la misa fueron a enterrarle en el cementerio. Todos los que se encontraban allí en ese momento lloraban por la muerte de Pepe, sobre todo sus "padres". Una vez ya enterrado, cada uno se fue a su casa para dormir. Pasaron unos cuantos días, entonces (ya por fin) Helena decidió contarle a su marido de quién era la culpa de que se hubiese muerto Pepe. Despertó a David para contárselo. A la misma vez que lloraba entristecida por lo ocurrido se lo estaba contando, nada más terminar de contárselo David se quedó perplejo, ella le repitió muchas veces que fue sin querer, pero el empezó a gritarle de todo menos guapa. Helena se metió al cuarto de baño a llorar mientras que su marido le seguía chillando. Salió para la hora de comer, nada más terminar se fue a darse una vuelta, volvió para la hora de cenar.
Cenaron juntos, y al terminar David se acostó, ya que no quería recordar lo que le había dicho su mujer esa mañana. Helena también decidió acostarse.
Mientras que dormía oyó un ruido un tanto raro, como si alguien estuviera en la cocina. Se giró para abrazarse a su marido pero no estaba allí, se preguntó donde estaría, pero le dio igual, así que continuó durmiendo. De repente notó como si alguien la destapara, se dio media vuelta y vio que era su marido, este sacó un cuchillo de detrás de su espalda y se lo clavó a su mujer a la altura del costado izquierdo (por el corazón), mientras que le decía que esa era la venganza por haber matado a su único "hijo". Ella no pudo responder porque ya estaba muerta. Se escuchó una risa diabólica proveniente de David, al rato, cogió el cuchillo clavado en el corazón de Helena, y con fuerza se lo clavó él también a la altura del corazón (para que fuera una muerte rápida, indolora).
Nadie supo nunca lo que había pasado con Helena y David, todos creían que se habían mudado a otra ciudad, pero en verdad no era lo que todos creían, sino que David había matado a Helena, y después a él mismo propiamente (como habéis podido apreciar antes).

FIN

Aquí termina la historia de "Pepico el pepón". He hecho que termine de esta manera porque quería sorprender a la gente que creía que al final Pepe iba a acabar con una frente normal, y que iba a ser muy feliz. Espero que os haya gustado =).
Esta historia está hecha solamente por mí.
By: À Droite.

sábado, 17 de abril de 2010

Pepico el pepón. Parte II

De repente se oyó un grito. Era de Pepe, que se había tropezado y caído de boca. Sus “padres” fueron corriendo a ver qué le había ocurrido, llegaron a donde él estaba, y cuando se agacharon a ver si le pasaba algo pegaron un grito estremecedor, vieron que a su supuesto “hijo”, del golpetazo que se había llevado, le había crecido aun más la frente, y se había hecho una brecha. Pepe se les quedó mirando extrañado, ya que no sabía el porqué de que los “padres” hubieran pegado ese grito, ni tampoco de que tuvieran la cara como si le hubiese crecido aun más la frente.
Los “padres” le explicaron a pepe el porqué del grito y de esa cara, nada más terminar de explicarle a Pepe lo ocurrido, fueron en coche al hospital más cercano para que le vieran la brecha que se había hecho. Pepe lloraba por el camino, debido a que ahora tenía la frente más grande que nunca, pensaba en cómo le iban a llamar ahora sus compañeros de instituto. Mientras que sus padres buscaban sitio para aparcar, él pensaba en nombres como “Pepe el cabezudo-frontudo”, “El tío de la súper frente” (en vez de “El tío de la vara”) o “El frontudo de la suerte” (en vez de “El calvo de la suerte”), entre otros, pero bueno, este último no sería tan malo, porque así repartiría suerte je je je.
Bajaron del coche y se dirigieron a urgencias. Llegaron, y allí no había nadie, solo estaba la celadora, así que entraron directamente a ver al doctor. Este estaba hablando por teléfono, y vio entrar a tres personas, de las cuales, dos tenían unas caras de preocupados (“los padres”) y uno tenía una cara de ¡¡ME QUIERO MORIR!! (Pepe).
El médico al ver entrar a Pepe se asustó, tiró el móvil y se metió debajo de la mesa.
Salió al rato, una vez ya todos tranquilizados, los “padres” le explicaron al doctor lo que le había ocurrido a Pepe. El médico, llamado Fernando, más conocido como "El de los huevos colgando" no podía reprimir una carcajada cada vez que veía al pobre Pepe.
Pepico se estaba cabreando porque notaba que el médico se reía de su aspecto (de desgraciado, por llamarlo de alguna manera je je).
El doctor les explicó lo que podía hacer, les dijo que lo iban a meter a quirófano para coserle la brecha, pero que él no le podía quitar un trozo de frente. Esto último a los padres les dio igual, lo que les importaba era que su hijo estuviera sano y salvo, los supuestos “padres” aceptaron. Salieron a la sala de espera, y sobre las 02:00 am hicieron pasar a Pepe al quirófano. Una vez ya dentro, el doctor adormeció a Pepe para que no notara ningún dolor. Los “padres” estaban preocupados por él, pero el doctor cuando terminó la operación les dijo que todo había salido a pedir de boca.
A eso de las 04:00 am, las enfermeras se llevaron a Pepe a una habitación del hospital. De camino, los padres estaban pensando como decirle a su “hijo” que era adoptado. Llegaron a la habitación del hospital, y una vez allí, las enfermeras se fueron.
Los padres de Pepe, después de pensar y pensar, al fin encontraron el modo de decirle que era adoptado.
Después de media hora, Pepe se despertó, los padres se acercaron a la cama. Pepe sabía que le iban a contar algo, pero él pensaba que era sobre su aspecto.
Los “padres”, o mejor llamémosles por sus nombres (porque ya he repetido bastantes veces la palabra “padres” je je). El nombre de su “padre” era David y el de su “madre” Helena. En verdad, eran conocidos como "Los Mulatos", ya que eran morenos de piel.
Helena y David se estaban empezando a poner nerviosos, al igual que Pepe, se decidieron (ya por fin) a contarle lo de su adopción. Terminaron, y le preguntaron a Pepe que cómo estaba después de que le hubieran dicho eso, él no respondió. Le volvieron a preguntar, y vieron que no contestaba, entonces, de repente Pepe cerró los ojos y...

Continuará...

viernes, 16 de abril de 2010

Pepico el pepón


Buenos días, tardes o noches (según en el momento del día en el que estés leyendo esto).
Bueno, aquí estamos de nuevo con otra entrada más de mi blog "À Droite", el cual espero que lo encontréis bien (con eso me haríais feliz je je).
Hoy vamos a empezar una historia, que va a estar creada solamente por mi.
¡¡Voila!!.:
Esto era una mañana calurosa, en pleno mes de Junio, un niño llamado Pepe, mas conocido como "Pepico el pepón", llamado así ya que de nacimiento había tenido una frente tremendamente exagerada, respecto a los demás niños del pueblo.
Vivía en Alicante, con sus padres adoptivos, pero el niño no sabía que él era adoptado. Era una persona como otra cualquiera, muy respetuoso y trabajador, iba al colegio como los demás niños, pero le discriminaban por el simple hecho de que tuviera la frente más grande respecto a los demás. Llegó el último día de clase antes de dar vacaciones de verano, él solo se lo pasó genial, y digo él solo, porque no tenía amigos debido a su frente. Acabó por fin el colegio, y él sacó todo sobresalientes excepto la gimnasia (que para eso era un poco torpe) que sacó un bien.
Fue a su casa, alegre de haber aprobado todo, pero lo que le preocupaba era que sus nuevos compañeros de instituto (ya que iba a pasar a 1º de E.S.O.) se rieran de él. Estuvo toda la noche dándole vueltas, pero al fin consiguió conciliar el sueño. Al día siguiente, se levantó casi a la hora de comer, recordó lo que había estado pensando toda la noche pasada, pero decidió dejar ese tema un poco apartado. Llegaron las fiestas de San Juan (en las cuales se hacen hogueras y el día de 24 se queman) y Pepe se alegró muchísimo, ya que le entusiasman. Lo que a él más le gusta de esta feria, son (como no) las atracciones y la quema de la hoguera.
Llegó ya por fin el día 24, y Pepe estaba impaciente por ir a ver quemar la hoguera. Comió, y después se acostó, ya que quería aguantar hasta que los bomberos apagaran el fuego. Se hizo de noche, y él, estaba que no podía aguantar más. Los "padres" decidieron bajarle a que viera la quema de la hoguera. Iban camino del lugar donde la quemaban, vieron que los bomberos ya estaban en ese sitio, entonces se apresuraron. Llegaron justo a tiempo, y Pepe pudo ver lo que tanto había estado esperando "la cremá" (que es como se dice en valenciano o al menos eso creo).
Los bomberos empezaron a echarle agua a la hoguera, las demás personas que estaban viendo quemarla, empezaron a gritarles a los bomberos "¡¡queremos agua!!" y estos, acto seguido empezaron a tirársela. A Pepe le calaron vivo. Una vez ya quemada la hoguera, él se acercó para ver si quedaba algo de alguna figura para llevárselo a su casa (de recuerdo). Los supuestos "padres" le advirtieron de que llevara mucho cuidado, ya que al llevar las sandalias mojadas se podía resbalar. De repente, se oyó un grito...
Continuará...

jueves, 15 de abril de 2010

Una tarde...una entrada.

Aquí estoy de nuevo yo y mi blog. Os voy a contar lo que ha pasado con la primera entrada que estaba puesta, ¿vale?.:
Esto era una tarde de primavera, el tiempo estaba nublado, cuando yo, nada mas terminar los deberes, me quise conectar a internet para poner una entrada en mi blog, antes titulado "Mi escondrijo". Me conecté al blog, y antes de nada, me metí al de Alicia para hacerme su seguidor, su blog se llama "Alice in her world", que por cierto os animo a que lo visitéis, me gustó su blog, asi que decidí ponerme su misma plantilla. Puse la misma que tiene ella, y después, cambié el color de todo lo demás para que quedara vistoso.
Lo hice, así que una vez hecho, intenté cambiar la letra de la primera entrada que puse, porque la letra de esta estaba de color negro, y el fondo del blog también, asi que no se podía ver,pero no podía cambiarla. Sin querer, borré toda la entrada, así que intenté volver atrás, pero no podía, y como no me acordaba de lo que anteriormente había puesto en la primera entrada, decidí guardar los cambios, asi que se borró la entrada. Tuve que hacer lo que dice un dicho, "ajo y agua", que como todo el mundo creo que sabe, significa a joderse y a aguantarse.
Como la primera entrada que era la de bienvenida estaba ya borrada, decidí crear otra nueva, la cual podéis ver si os apetece. La hice muy corta, pero al menos la hice, que es lo importante je je.
Una vez ya hecha, comenté en el blog de Lucía, ya que me estaba insistiendo de que le comentara. Lo hice y se alegró. Después, le dije que se metiera para ver el mío, y como buena amiga, me hizo caso y también me comentó.
Se lo agradecí, al rato le pregunté a Alicia como Lucia había hecho para poner una encuesta en su blog, ella amablemente me lo dijo, y yo le di las gracias.
La encuesta puesta en mi blog es muy fácil, solo tienes que responder a una pregunta.
Una vez ya hecha la encuesta, me dediqué a hacer esta entrada, la cual me la he currado un poco bastante, o al menos eso creo yo. Ahora ya no se podrán quejar de que no he subido nada al blog, porque si lo he hecho, y la prueba de esto la estás leyendo tú ahora mismo =).

Bienvenidos a mi blog

¡¡Saludos!!
Hola, aquí os presento mi blog titulado "À Droite", que significa "a la derecha". Este mote viene de que mi nombre se parece un poco (por no decir nada), y aunque parezca ridículo a mi no me lo parece, es un mote como otro cualquiera. Mi amiga Lucía, tiene un mote, el suyo le viene al pelo, ya que desempeña o hace las cosas con gracia, su mote es "Lúcida".
Bueno, aquí os dejo hasta la próxima entrada, espero que aunque haya sido corta os haya gustado.