jueves, 22 de julio de 2010

Un amor universitario. Parte IV

Se acercó a los chicos y los separó, cuando de repente, uno de ellos sin quererlo ni beberlo se desmayó debido al último golpe recibido en aquella pelea. El otro chico se fue corriendo hacia su coche, intentando huir de aquel hecho. Marcos viendo que el chico había huido no pudo dejar tirado en la carretera a aquel hombre, entonces lo cogió y se lo llevó a su coche. Paula contemplaba aquella escena desde el asiento del copiloto, a través del espejo. Preocupada bajó a ayudar a Marcos a subir el cuerpo de aquel hombre al coche. Una vez subido al coche, Paula y Marcos se montaron también y decidieron ir al hospital más cercano.
Por el camino, el hombre se despertó y asustado empezó a preguntar el porqué de estar en aquel coche. Paula se aflojó el cinturón, se volvió hacia el asiento en el que estaba el chico y le explicó que estaba ahí debido a el desmayo que había sufrido por el golpe de aquel hombre, que al final huyó del lugar de los hechos. El chico asombrado por lo que había escuchado le dijo que él solo se acordaba de que se desplomó en el suelo, acto seguido cambiando de tema el chico procedió a presentarse. Se llamaba Carlos, también le dijo la edad, la cual era 28. Paula también se presentó, y cuando hubo terminado, presentó a Marcos, ya que él no podía. Ella le explicó a Carlos que iban camino del hospital más cercano, para ver si le había pasado algo, el chico respondió con un simple vale.
Cuando llegaron al hospital y aparcaron, Marcos y Paula se bajaron del coche y ayudaron a Carlos a bajar también de el. Entraron al hospital, concretamente a la parte de urgencias, y una vez allí pidieron cita en el mostrador. Se sentaron en los incómodos asientos de aquel lugar, y poco a poco fue pasando el tiempo hasta que al fin los llamaron, entonces pasaron a la consulta del doctor. Marcos le explicó al doctor lo ocurrido, y una vez que acabó le pidió al doctor que comprobara si le pasaba algo. Éste lo primero que hizo fue levantarse de su silla y presentarse. Se llamaba Antón, y era un poco viejecillo, poco después pasó a comprobar si Carlos tenía alguna lesión, pero después de mucho investigar les dijo que no tenía nada, aunque le iba a curar la brecha que se había hecho en la cabeza al caer sobre la carretera. Una vez todo terminado salieron de la consulta, se dirigieron al coche y se montaron. Antes de arrancarlo Carlos les dijo a Marcos y Paula que agradecía un montón lo que habían hecho por él y que jamás los olvidaría, ellos le contestaron que no era nada. Marcos interrumpiendo el tema le preguntó a Carlos que dónde vivía y el les dijo que a unos diez kilómetros o así de aquel lugar, de repente se cayó por momentos, cuando entonces puso cara de preocupado y se preguntó a sí mismo que dónde estaba su coche, Marcos le dijo que estaría en el lugar donde sucedió aquella pelea, entonces Carlitos le pidió a Paula y Marcos que fueran hasta el lugar de los hechos para ver si el coche seguía allí, aunque lo dudaba.
Al fin llegaron a aquel lugar, pasadas tres horas era increíble, el coche aún seguía allí, Carlos no daba palabra alguna, pero a Marcos y a Paula no les asombraba que el coche siguiera allí, ya que era un modelo Renault de lo más antiguo, y creían que nadie que estara en su sano juicio se llevaría semejante chatarra, claro pero eso solo lo pensaban, porque si se lo hacían público a Carlos empezaría a arder trolla. Éste se bajó del coche, se despidió de ellos y acto seguido se dirigió hacia su coche. Una vez que montado en él, lo arrancó y se fue, pero antes despidiéndose de Marcos y Paula con la mano por fuera de la ventanilla, arriesgándose a perderla.
Cuando Carlos se fue Marcos y Paula se fueron hasta su casa después de un largo e intenso día. Nada más llegar se prepararon la cena y pusieron la mesa, esperaban que fuese tranquila la cena, ya que el resto del día no lo fue. Tuvieron suerte y así fue, la cena transcurrió tranquilamente, mientras que veían la tele. Terminaron de cenar, recogieron todo y subieron hacia su habitación, estaban muy agotados así que decidieron dormir.
Al día siguiente Paula se despertó no muy temprano, se giró para abrazar a su novio, pero no estaba. Ella preocupada llamaba a su móvil sin parar, pero la tele operadora decía que estaba apagado o fuera de cobertura, pasaron quince minutos y seguía sin volver. De repente empezó a oírse a cantar a gente por el balcón, y Paula extrañada se asomó. Marcos abrió la puerta si hacer ruido, subió las escaleras de la misma forma y entró en el cuarto en el que estaba Paula, se dirigió al balcón, se puso de rodillas detrás de ella mientras sujetaba con las manos el ramo de rosas rojas que le había comprado, y cuando Paula se giró...


Continuará....


By: À Droite.